Reverenciar al Señor es honrarlo con profundo respeto y estupor. Altísimo aprecia y remuneración a quienes reconocen su dominio y eligen vivir conforme a su designio.671 Teniendo un deseo inmenso del martirio, acudí a las cartas de Santo Pablo, para tratar de observar una respuesta. Mis ojos dieron casualmente con los capítulos doce y trece de